miércoles, 21 de marzo de 2012

Adiós


Cómo saber que aquella noche que le dije a mi Mamá que la amaba muchísimo, serían palabras de despedida, me hubiera encantado poder decirle mil cosas más, agradecerle por tanto y llenarla de besos.  Pero nunca estamos preparados para un “Adiós”, tristemente es la ley de la vida, despedirse de personas que amamos pero les llega su momento y se van, aunque no del todo, porque siempre los tenemos presentes y los inmortalizamos en el recuerdo.
Decimos Adiós también a pequeños trozos de existencia, a momentos, a relaciones, unos menos dolorosos que otros, porque a veces es para dar la vuelta a la página de tu vida, y poder escribir cosas mejores. En ocasiones, somos nosotros quienes tenemos que decirlo y nos cuesta trabajo, debemos estar muy seguros que ya no queremos a esa o esas personas en nuestra vida, que deseamos caminos distintos, que en la despedida cerramos un capítulo, donde ya no hay marcha atrás; etapas que se pueden olvidar fácil o que dejan cicatrices y nos hacen crecer.
Pero el peor Adiós es el que nunca se pronuncia.. Esas personas que desaparecen de tu vida sin razón, que solo se marchan como si nunca hubieran existido, sin un “hasta pronto” o “hasta nunca”.

En resumen dos cosas importantes; la primera, decir Adiós a veces es necesario aunque no quieras pronunciarlo, y lo sabrás cuando te des cuenta si en compañía de esa persona, aún así te sientas solo.
La segunda, no dejes pasar un solo día sin demostrarle y decirle a la gente que quieres, cuánto la quieres, porque no sabes si mañana estarán o si ya no estarás tú. 

martes, 20 de marzo de 2012

Recuerdos

“Si quieres ser bueno, muérete” Entendía ese refrán, o dicho, como que está mal hablar de los muertos y también, o en adición, al respeto que como mexicanos le tenemos a los muertos. Y es que nuestra sociedad siempre ha sido paternalista. Yo soy de la generación –aunque suene a meme- en que a los mayores debías hablarles de “Usted” y a toda la parentela tenías que “besarles la mano”, bajo pena de ganarte, mínima, una buena pescozada si no cumplías con la formalidad. A esto, a nuestras costumbres y tradiciones aducía yo el respeto por los muertos.

Pero resulta que hace poco, después de salir de una etapa sumamente desgastante, empecé a sentir eso que llamamos nostalgia, me sorprendí recordando muy buenos momentos y hasta añorando algunas cosas, y cuando razonaba que estaba teniendo esos episodios me preguntaba: ¿Por qué la añoranza? Si estaba también todo lo malo ¿por qué recordar sólo lo bueno? Muchos tenemos historias de parejas divorciadas o separadas que (no debe entenderse que yo pasé por una separación o divorcio), por más dolorosa, dañina, irrespetuosa, tormentosa y hasta violenta que haya sido la relación, se dan una segunda oportunidad o, por lo menos, lo intentan, ya ni se diga cuando escuchamos a una de las partes decir: “es que nos divertíamos” o: “cuando no peleábamos la pasábamos tan bien” y no podemos entender, nosotros que vimos y vivimos la relación desde fuera, cómo es que puedes extrañar a quien te dañó o te trató tan mal. Hasta que nos pasa.

Y aquí aplica otro refrán: “nadie sabe lo que tiene hasta que lo ve perdido” Pareciera que, en automático, todos los malos momentos desaparecieran o que nunca hubiesen existido, tal vez sea nuestro primitivo instinto de conservación, ese que hizo que permaneciéramos al lado de una persona toda nuestra vida, para asegurar que nuestros genes perduraran –o eso dicen los antropólogos-. La cuestión es que algo se despierta dentro de nosotros que hace dormir los malos recuerdos.

Es muy gracioso cuando una mujer golpeada defiende a su esposo, sobre todo cuando lo ve sometido por otra persona inmediatamente después de haber sido vapuleada. Pero no resulta gracioso cuando vemos esa situación en alguien que queremos, y resulta sorprendente cuando nos sucede a nosotros mismos. Pero sucede.

Y sucede también que aún no descifro qué fue lo que me llevó a mí a esa situación, lo que sí sé es que me di cuenta que podemos ser muy crueles y al mismo tiempo los seres más buenos, albergar los recuerdos más terribles o los más felices. Es decir, nunca dejamos de ser humanos y de llevar en nuestro ser el cielo y el infierno.

lunes, 12 de marzo de 2012

Todos leemos

Hasta donde me permiten los recuerdos había una tienda de revistas y periódicos en el pueblo, o kiosko que le dicen en otros países, una sola pero la hay. Y si no me traicionan las imágenes, lo que más se leía eran periódicos e historietas. La tienda sigue existiendo.

He visto también en distintos puntos de la ciudad puestos de lámina con los exhibidores llenos de periódicos, no solo los tradicionales, también deportivos, de nota roja, de chismes, caray siguen vendiendo el Alarma! y el Semanario de lo Insólito, revistas de sociales, de la “farándula”, las que te venden “colecciones”, no he tenido la curiosidad de fisgonear si aún venden el Libro Vaquero, el Policiaco, el Semanal.

Sí, en diferentes momentos, he leído todos esos que enumeré, así como he leído libros serios y otros no tanto. He visto también que los puntos de venta de todo tipo de publicaciones ha aumentado.

Hace unos meses, la esposa de un amigo me preguntó, mientras veía mi librero: ¿Y has leído todos esos libros este año? Creo que lo que se guardó fue: Con esa cara de idiota y actitud de imbécil.

Llego a la conclusión de que más allá si somos o no un país de lectores, el aumento de la venta de todas esas publicaciones y la sobrevivencia del kiosko del pueblo me indican que sí leemos, el problema es qué estamos leyendo y redondeado si en verdad comprendemos lo que leemos. Punto y aparte es la cara de… que no leemos, esa ya no nos la podemos quitar.

Mi Felicidad

Pensaba en las cosas que me pueden provocar una sonrisa y hacer feliz, algunas tan sencillas, de eso está formada la existencia, de las pequeñas cosas..

Me hace feliz amanecer sin cansancio ni sueño después de una reparadora noche, un beso de buenos días, una llamada cuando estoy triste de esa persona que con sólo existir me alegra la vida, obtener un proyecto importante, que mi cabeza se llene de ideas para pintar un cuadro,  el olor a bebé, un "Te Amo" de mi hijo, un trago de algo fresco en los días de calor, un abrazo cuando más lo necesito, caminar bajo la lluvia, los días nublados, escuchar una canción que me gusta y cantarla, un domingo de pizza y películas, encontrar una persona después de muchos años sin verla, el olor a tierra mojada, una deliciosa galleta cuando muero de hambre, un mensaje con un "Te Extraño", hablar conmigo cuando estoy en soledad, leer un buen libro y emocionarme hasta terminarlo, recordar personas que ya se han ido con una sonrisa y no una lágrima, ver fotografías y disfrutar de los recuerdos, ratos de silencio total, una comida en familia, aprender cosas nuevas, demostrar que estaban equivocados cuando no creían en mí, perdonarme cuando cometo errores, hacer feliz a los que amo, una cama tibia en los días de invierno, una rebanada de pastel, el olor a café por la mañana, las vacaciones, viajar a cualquier parte, una ducha sin prisas, una tarde de compras, una noche de cine, un intercambio de sonrisas, abrazar, pasar horas cocinando, la navidad, un atardecer en la playa, el olor a flores, llegar a tiempo, tomar decisiones y sentirme muy segura de ellas, una tarde de amigas, un "quédate siempre" del amor de mi vida, un amigo que llega cuando necesito que me recuerde que soy valiente, esa certeza de que alguien está pensando en mi, saber que amo y soy correspondida, vivir!.

miércoles, 7 de marzo de 2012

Éxito


A veces tenemos un concepto irreal o inalcanzable del éxito, relacionado con trabajo, dinero, viajes, tal vez fama.  Pero el verdadero éxito está dentro de cada persona, sólo es cuestión de encontrarlo.

Éxito.. ese “verdadero” que te deja pleno, que te hace grande, que te da las mejores satisfacciones, es cuando consigues el respeto de las personas pero no por el poder que representes sino por ser quien eres, éxito es amar y que te amen con sinceridad, es ese “te extraño” cuando no estás porque realmente haces falta; éxito son tus logros como ser humano, tu capacidad de escuchar más que de ser escuchado, y el siempre tender una mano; es ganar cuando te has esforzado, trabajado y luchado. Éxito es levantarte cada día con la convicción de ser mejor persona, de hacer felices a los que puedas. Éxito es hacer verdaderos amigos; es saberse útil, pero jamás insustituible; es ser suficientemente fuerte para mantenerte de pie en los momentos difíciles, pero si llegas a caer, levantarte, aceptar tus circunstancias y seguir..  Éxito es aceptarte a ti mismo, perdonar tus errores y aprender de ellos, ser más tolerante con todo y con todos los que te rodean. Éxito es ser buen hijo, padre, hermano, jefe, vecino..  es lograr que a las personas que te conozcan, cuando piensen en ti, les provoques una sonrisa.

Es tener la conciencia tranquila y encontrar el equilibrio entre lo que eres, lo que haces y lo que piensas.. eso, es el Éxito!

martes, 6 de marzo de 2012

Ausencias

Durante una de nuestras pláticas, Yoly me decía que no podía superar una ausencia, coincidentemente yo pasaba por algunos procesos de pérdida, pero en mi caso eran nada parecidos al de ella.

Sus comentarios me hicieron pensar en cómo nos afectan las diferentes ausencias que se van presentando en nuestras vidas. Todo lo que va interactuando con nosotros lo hacemos parte nuestra. El compañero de banca, la maestra, la mascota (la maestra y la mascota son dos entes distintos), el juguete, los libros.

Cualquier persona u objeto en algún momento van a ser sólo un recuerdo, pero nunca pensamos en eso. Nunca nos preparamos para el momento en que serán una ausencia. Algunos casos porque no les damos el valor preciso y otras porque las valoramos tanto que, de forma inconsciente, queremos que no se vayan nunca. Y hasta en un punto egoísta llegamos a pensar que sería mejor irnos nosotros primero antes que afrontar esa pérdida.

Esas ausencias, las que se sienten en el estómago (nunca he sentido una ausencia en el corazón) cuando se dan, las que nos dejan como si recibiéramos un golpe que nos saca el aire, desconcertados, extraviados, aturdidos, son las que inspiran canciones, música, obras de teatro, películas, libros, esta entrada.

Esas ausencias las sentimos físicamente, como un hueco, interpretado como "se fue una parte de mi" y usada en todas sus variantes llanas y poéticas en tantas y tantas obras. El ejemplo más acabado son Romeo y Julieta: morir antes que vivir con la ausencia.

No importa cuán bien o mal hayamos aprovechado o disfrutado a esa persona cuando la tuvimos. El problema es que hoy ya no está  hasta olvidas o borras todo lo malo, quedándote sólo con todos esos episodios que te hicieron dar, cada uno de ellos, un pedacito de ti, las más de las veces sin darte cuenta.

Nadie puede llenar ese espacio, ni el tiempo me dice Yoly, pero no se trata de llenarlo, se trata de darnos cuenta de que hay sucesos que ya no se pueden revertir, pero sobre todo darse cuenta de que nosotros, hoy, para muchas otras personas, estamos presentes.

¡Manifiéstate!


Hola.
Queremos agradecerles por visitarnos y leernos, estamos muy emocionados porque vemos que tenemos muchas visitas. Incluso de lugares muy lejanos.
No esperábamos tal atención, pero ya que andamos en esto nos gustaría saber qué piensan de nuestras charlas, nos serviría mucho conocer sus opiniones, y por supuesto, nos encantaría saber si quieren leer sobre un tema en particular. 
Las mentadas también las recibimos, pero nos reservamos el derecho de atenderlas. 

Atte. Yoly & Pito Pérez


lunes, 5 de marzo de 2012

De Amores Eternos y otras mentiras..

A veces me pregunto si existe el amor eterno, nada es eterno, ni siquiera la vida, pero si creo que hay personas que logran complementarse hasta el final de su existencia.
Hay amores cortos, hay los que terminan porque sobró tiempo y faltaron sentimientos, amores que acaban por tonterías, por rutina o porque simplemente se extinguen, amores que cuando a uno de los dos lo sorprende la muerte.. los separa la vida.
Al principio, la pareja se encuentra en un estado de enamoramiento, o lo que le llaman "la química del amor" (estado agradable de estupidez); el de la seducción, el interés, la atracción. Pero cuando termina la pasión, el amor se transforma y hasta entonces comienza el acoplamiento real, el aceptar defectos y debilidades, el encontrar razones y motivos suficientes por los cuales vale la pena seguir; un amor más racional, más maduro, complicidad, seguridad, compromiso, ir construyendo una historia; pero también, es cuando puede llegar la monotonía si no se hacen mil cosas para no caer en ella.
Cuando te enamores y compartas la vida con alguien, no pierdas el tiempo pensando en comienzos o finales, el amor tiene su propio tiempo, vive el hoy, ama con todas tus fuerzas, disfruta de las pequeñas cosas, nunca pierdas la admiración y el respeto, pero sobre todo, distingue la diferencia entre "amar" y "encadenar un corazón".

Datos Interesantes sobre el amor..
*Al principio de la relación, el 95% del tiempo que estamos despiertos, pensamos en nuestro amor
*La persona amada y un gol del equipo favorito, activan la misma zona cerebral
*Enamorado, duermes 20% menos, pero estás más activo
*Mientras más grande te cases, baja la probabilidad de divorcio
*38% de las parejas casadas por más de 30 años, siguen enamoradas
*Estadísticamente te enamoras a lo largo de tu vida 7 veces
*El 46% de las parejas se separan a los 7 años
*Una de cada cinco relaciones románticas empiezan con uno de ellos teniendo otra pareja
*el 65% de las personas tuercen la cabeza para el lado derecho cuando dan un beso.

viernes, 2 de marzo de 2012

¿A qué le temes?


El miedo es la angustia por lo que percibimos como un riesgo o daño, a veces real, a veces imaginario. Pero prácticamente desde que tenemos uso de razón estamos llenos de temores, depende nuestra personalidad, nuestro carácter y nuestro entorno, pero podría decirse que los miedos son ‘universales’; de niños tememos a la obscuridad, a los insectos, a sentir lejos a esas personas que nos cuidan, a los extraños, a los relámpagos. Después vamos creciendo y cambiamos esos miedos por otros más reales, o por lo menos así lo creemos.
Generalmente  nos pasamos la vida temiendo por cosas que nunca llegan, a fin de cuentas nos aterra más lo desconocido que el resultado de lo que realmente pueda pasar, que muchas veces ni siquiera es tan malo.  Nos aterra comenzar algo nuevo, los rechazos, el futuro, las pérdidas.. pareciera que siempre estamos buscando a que temer.
El mío?.. a algo inevitable, miedo a la muerte!, irme sin cuidar a los que debo cuidar, sin concluir metas, sin haber vivido lo suficiente -aunque ¿Quién dice cuánto es suficiente?-, y el pensar perder a las personas más cercanas, a las que más amo, al vacío que dejan cuando se van, el quedarme con palabras en la boca que nunca dije, o que quise decir más veces, el que por más que intentas razonar no aceptas el no ver más a una persona, te cuestionas y son preguntas sin respuesta.
La vida esta llena de miedos, el secreto es aprender a conocer las causas para poder superarlos y no que ellos nos superen, y que si llega alguno a hacerse realidad, tomarlo como una experiencia de vida más.

jueves, 1 de marzo de 2012

Califícame


En cuanto alguien hace algo nos gusta descalificarlo, y muchas veces aunque no haga nada.
Tuve una jefa que a cualquier nombre que le mencionaban respondía: “es un pendejo” y tal vez lo eran, yo no los conocía, pero su respuesta sistemática me hacía pensar que en realidad no lo eran. Estoy seguro que, en este momento, para ella soy un pendejo. Bueno para ella y para muchos.
A lo que iba es que nos gusta descalificar con todo a todo y a todos, cuando alguna persona nos señala un error, lo primero que pensamos, y a veces respondemos, es: ¿y este pendejo, quién se cree?.
El problema no es quién se cree, sino quiénes nos creemos. Nos creemos intachables, expertos en teología y latín, más chingones que Einstein, que Napoleón a nuestro lado era un simple soldado, hasta los calzones nos quedan chiquitos –el mío ya me marcó la cintura-

Y así con esa capacidad casi divina que tenemos, todos están mal y no tienen derecho a opinar, publicar, cantar, componer, trabajar, porque ninguno está calificado, según nuestros criterios para hacer lo que está haciendo.
Yo por eso no me creo, Yo Soy Pito.