jueves, 19 de abril de 2012

...a tiempo

En alguno de estos días se desarrolla una boda, previa a ésta, y por coincidencia en otra fiesta de bodas, dos mujeres hablaban sobre la que estaba por llevarse a cabo, hablaban sobre el novio, para ser más precisos.
Una de las mujeres, más joven que su compañera de conversación y soltera, comentaba que quien estaba por casarse le gustaba desde hacía tiempo, pero nunca había hecho ni un solo comentario al respecto a nadie y, en broma, comentó: Yo sería quien me estaría casando con él.
………
Al pensar en la historia anterior, recordé otra, un tanto más larga, un mucho más intensa, demasiado real para ser una historia pero demasiado irreal para ser una anécdota. Trataré de relatarla lo mejor posible porque tiene muchos saltos en el tiempo.
Sucedió que, gracias al internet, a las redes sociales y a amigos en común, dos personas, una mujer y un hombre, a quienes llamaremos Ella y Él se reencontraron en el ciberespacio después varios años de no saber nada el uno de la otra y al revés; compañeros de escuela y amigos en la infancia, por cuestiones que solo la vida o Dios, o la fuerza superior en quienes ustedes crean, podría explicar, cada uno creció y continuó su vida por su lado, hasta que varios años después se reencontraron. Para ese momento Ella pasaba por un bache en su relación, ya con dos hijos, y Él iniciaba la suya propia que a la postre, o hasta donde me alcanza la información, sería una relación definitiva.
Durante ese reencuentro, hubo sentimientos extraños, extraños para Él porque, tiempo después se sabría, Ella tenía muy claros los sentimientos que en ese momento y durante toda su vida mantendría hacia Él; no pasó de charlas, recuerdos, y nunca se mencionó o se dejó entrever siquiera, que había eso que, a fuerza de repetición, todos hemos aprendido a llamar “química”. Volvieron a separarse nuevamente durante años para volver a tener contacto, como les decía al inicio de este relato, mediante el internet. Al reiniciar el contacto, tal vez a muchos de ustedes les ha sucedido, el principio es demasiado formal, tal vez parco, para ir avanzando en la cercanía –algo de lo más raro y que tal vez los sociólogos y antropólogos ya están estudiando: cercanía con alguien con quien no tienes contacto físico-.
La familiaridad y confianza en las charlas llevó a recordar una vez más, aquellos años de la infancia y derivó en una serie de confesiones de Ella, que dejaron al individuo perplejo al principio, sorprendido, mudo (raro en Él), y los sentimientos que siguieron fueron: enojo, frustración, tristeza, impotencia. Tal vez lo que debería hacer es platicarles qué fue lo que Ella dijo que provocaron ese derrumbe de rocas dentro de Él.
Resulta que en aquellos lejanos días de la infancia, Él tuvo y mantuvo durante 5 años de escuela primaria un amor platónico infantil, otra niña que a su vez era amiga de Ella, y eran tan amigas que la niña objeto del embelesamiento de Él, le hizo prometer a Ella que nunca y bajo ninguna circunstancia se acercaría a Él; momento, lo que seguramente se preguntarán, o ya adivinaron, es ¿por qué le hizo prometer eso, si tenía seguro el amor infantil de Él? Bueno porque resulta que Él era el amor platónico infantil de Ella. Parece guión de telenovela, cierto. Poca madre de aquella niña por un lado, y por otro, no sienten algo por Ella? Ese algo para empezar es empatía.
La siguiente confesión fue que Ella cumplió al pie de la letra su promesa infantil y que nadie, ni siquiera su hermano gemelo, supo lo que sentía por Él. Y que durante toda su vida pensó en Él e imaginó y deseó muchas cosas a su lado, juntos. Durante la niñez anhelaba sentir su mano, en la adolescencia se preguntó cómo sería besarlo e imaginó sus labios, cuando el tiempo pasó deseó algo más, y durante su primer reencuentro –recuerdan que les dije que hubo sentimientos extraños, los sentimientos de ella los tenía muy claros y se los pueden imaginar, y si no se los imaginan es que no han amado y ahí sí no los puedo ayudar- que transcurrió, como ya dije, como un reencuentro de amigos, ambos estuvieron a un punto de dejar de serlo pero, por la dignidad e integridad de Ella y la total falta de percepción de Él, o estupidez, ya ustedes juzgarán, ese reencuentro quedó como un episodio más dentro de la historia.
La última confesión, de ambos, es que ese reencuentro estuvo a nada de ser un encuentro de cualquier tipo con esos dos tipos. Y que por muchas consideraciones, que ahora no tiene caso aburrirlos con ellas, no sucedió.
Epílogo.
Más o menos en tiempos actuales, al parecer, Ella y Él continúan sus vidas, separados, recordando aquellos años y todo el tiempo transcurrido, teniendo contacto sin tener contacto, adultos ya los dos, sus respectivas vidas hechas al lado de sus seres queridos.
…….
Las historias que les conté no sucedieron, o tal vez si, no recuerdo ya quién me las contó, aunque creo recordar la tristeza en los ojos de quien me las contó… y hasta me dan ganas de conocer a Ella… y para ya no aburrirlos me quedo pensando:
Qué habría pasado de haber roto una promesa a tiempo? De haber hablado a tiempo? De haber confesado los sentimientos a tiempo? De haber interpretado todo lo que sucedía a tiempo?...a tiempo

domingo, 15 de abril de 2012

Arriesgarse o morir


Me he preguntado muchas veces si no he dejado ir oportunidades, perdido personas, abandonado situaciones o incluso lugares.  A veces, arriesgándote puedes perder un poco, pero si no lo intentas, puedes perderlo todo!, claro, tomando en cuenta el que no sea un cambio en tu esencia o algo que pueda perjudicar tu dignidad, arriesgar tu vida, o la de otros.

Si ríes mucho, te arriesgas a parecer tonto, si lloras te arriesgas a parecer débil, si te enamoras te arriesgas a que te lastimen, si eres sincero te arriesgas a que te conozcan, si luchas te arriesgas a fracasar.

Pero todo lo que quieras tener, ya sea físico o intangible, sólo lo obtienes justamente arriesgándote, la vida no admite ensayos, es una sola, pero si hay muchas oportunidades para existir de la mejor manera, y si fallas, volver a intentarlo.  La vida es un reto continuo y como dicen “el que no arriesga, no gana”, pero eso sí, estando totalmente seguro y tomando lo que en su momento te parezcan las mejores decisiones.  Eso que tanto trabajo te ha costado, que no te atreves a hacer o decir.. ¡Arriésgate hoy!

martes, 10 de abril de 2012

Vamos a platicar...

A veces, y solo a veces, me imagino, o lo intento, una plática con alguien muy conocido, pero no un discurso o una conferencia, una plática a ras de piso, de cuates; me lo imagino porque en ese envoltorio de fama y hasta idolatría, ese pedestal en que ponemos a personajes conocidos, lo que hay es otro ser humano.
 
Uno como nosotros, que bosteza, se rasca, tiene aliento mañanero, odia algo o a alguien, come y caga, tal como nosotros. Y es un hecho que algunos son muy inteligentes, pocos son brillantes, otros están o estuvieron locos, algunos otros son unos perfectos asnos, con perdón de los burros, y otros más son unos imbéciles con algún talento superior.
 
Me parecería muy interesante platicar con el Papa y saber si tiene en sus 5 números frecuentes a Dios, a Jesús y a San Pedro, qué come y si trae cash en la bolsa, si ha cumplido con el voto de castidad, si destina una parte de sus ingresos a comprar comida para los lugares más pobres, si le caen bien todos los cardenales, obispos, religiosas y las otras madres, si ve la hipocresía en los gobernantes que conoce.
 
Y en esa misma línea sí me aventaba una platicadita con Jesús, lo primero que le preguntaría sería si realmente caminó sobre el agua, eso me intriga mucho, y ya de ahí con temas más leves como que, en su nombre, se practican cosas tan contrarias a lo que, se supone, predicó, como la política de sus ministros cuando lo suyo era espiritual, lo monetario cuando lo que pedía era que se desprendieran de los bienes. O qué hizo durante los 20 años que no se supo nada de él. Si le cree a quienes dicen representarlo, si no se enfada con tanta gente pidiéndole cosas, a qué equipo le va. Si los judíos tienen razón o no.
 
Qué tal una charlita con Fidel Castro, para preguntarle por qué dejó solo al Ché, o con Chávez nomás para decirle: no te duele cada vez que te la jalas? O a los dos juntos para decirles: la neta sus teorías complotarias me dan risa y me da más risa que tanta gente les crea, por cierto, comen lo mismo que come su pueblo? Dónde esconden tanta lana?
 
A Einstein le invitaría unas heladas y le plantearía aquella ecuación de álgebra que aún no entiendo (es un decir) y le daría dos que tres consejos para sus teorías (esto no es un decir, traigo unas incógnitas dignas de su cerebro).
 
Gandhi, Jordan claro, Rowling, bueno no, ella no, Lennon, Calderón, AMLO, Salinas, Pelé, Aristóteles, Carlota mamacita Casiraghi, García Márquez, y algunos otros y otras y también contigo, pero al primero que se ponga mamón le enseño el camino a donde debe poner las mamadas.

Y a ustedes?
 
Y bueno Yoly, qué me dices.