Cada vez
que dicen: “eso no se va a poder hacer porque no lo hemos hecho” da una
sensación de dolor en las zonas púdicas. Tal vez no le pase a todos, tal vez
estamos tan acostumbrados a escucharlo que no notamos que muchísimas personas
traen el NO en la punta de la lengua o tatuada en la frente.
Les
expertos en “training o coaching laboral” (los
terminajos que se inventan para cobrar más caro) lo llaman resistencia al
cambio. Debería tener un nombre más mexicano, como “huevonería” por ejemplo.
Se nos
ocurren tantas formas de decir cómo no hacer las cosas que nos piden, que si
emplearamos esa energía e imaginación en crear una película seríamos más ricos
que George Lucas y J.K. Rowling juntos.
Cuando hay
una persona que dice “pero podemos…” hay que prestarle atención y darle todas
las herramientas a nuestro alcance, porque esa sola persona puede hacer el
trabajo de todo el hato de bestias que nos rodea.
Queremos
que este país prospere, pero no queremos mover un solo dedo, total siempre
habrá un tonto más tonto que nosotros que haga lo necesario, y mientras
seguimos echados y culpando a quienes dirigen la nave de lo mal que estamos.
Por eso, y porque es más saludable que
estar sentado rascándose las axilas, cuando te pida que trabajes DIME QUE SI!
Absolutamente de acuerdo... y no lo digo solamente basada en mi eterno 'wokholismo' o mi histeria traducida en perfeccionismo... sin embargo, es cierto... la disposición a enfrentar los retos, la proactividad y la productividad son de esos extraños 'pokemones' que, actualmente, pocos conocen y prefieren dejarse llevar por la ley del menos esfuerzo.
ResponderEliminarTriste y tan cierto.
¡Saludos!
O por la absoluta huevonería, cada vez es más difícil encontrar personas que estén dispuestas a hacer, por lo menos,lo que les corresponde.
Eliminar